septiembre 01, 2009

NECESIDADES

Hablando de necesidades la otra noche, me llevó a preguntarme si realmente el hombre y la mujer, como pareja, están hechos el uno para el otro. Será que realmente ambos individuos son sinónimo de complemento? Es cierto aquello que nos indica día a día que nuestros problemas tienen altas posibilidades de solución cuando una pareja se apoya de manera mutua?

Talvez existan personas que logren resolverse solas y que no posean como "necesidad vital" a un corazón con otras experiencias, con otros contextos. Estas personas caminan de la mano con su institnto natural de sobrevivencia y muchas veces pueden rechazar consuelos y desengaños que provengan de otra boca que no es la suya. Y es que también puede suceder que el camino tortuoso les resulte más llevadero sabiendo que no dependen de nadie y que no deben mezclar sus realidades con otra gente. Esto sería más fácil de accionar, si es que las sociedades no existieran y los procesos comunitarios no fueran parte de nuestros "vivires", que día a día involucran a más de una persona en nuestras vidas personales.

Aunque se debe mencionar también, que estos contextos que se mezclan entre personas sirven de gran ayuda en momentos desesperantes y depresivos, puesto que la experiencia del otro muchas veces nos ayuda a comprender cuan sencillo puede resultar resolver un conflicto. También se puede pensar que el otro ya hizo la tarea por nosotros y que no es imperante repetir un procedimiento que pudo haber costado mucho cuando se lo empezó a descubrir en otras aguas.

Necesidades de compañía tenemos la gran mayoría, creo que el dielma está en que ésta compañía que buscamos no se convierta en algo tan simple como "pasar el tiempo" con alguien y en que los problemas de uno no se transformen en el infierno del otro. Nadie tiene por qué pensar que un compañero de vivencias está obligado a sufrir lo mismo que sufre el otro, cuando lo que importa realmente es que la persona que no está totalmente involucrada en el asunto logre regalarle al otro, en un acto desinteresado, todas las herramientas necesarias para el problema en cuestión. Y creo que lo único que lo diferenciaría de un ente regulador de emociones profesional, como lo es un sicólogo o un siquiatra, es el apoyo incondicional que se logre birndar u ofrecer. Y esto puede significar desde un sorbo de agua, hasta un abrazo y algo más. Y pienso en el abrazo como algo importante y muy necesario para que todo esto se considere una ayuda realmente desinteresada.

Esa noche en la que hablé de las necesidades, yo necesitaba una mano en mi camino, necesitaba una palabra en mi oreja y, de cuando en cuando, necesité un parche en mi boca y en mi mente. Y gracias a la Luna, que es mi Dios, no fue difícil encontrar lo antes mencionado, en esos ojos y esas manos y esa boca y ese cuello que no faltan jamás y que de a poco, de a paso de criatura prenacida, se vuelve indispensable en mis noches sin color, sin sabor, sin dioses y sin olor. Creo comprender que quien me habla me regala los silencios más preciosos que he sentido alguna vez y que nunca me di la oportunidad de disfrutar. Las noches comienzan a esparsir sabores que de a poco pintan un lienzo en el vacío de esta cabeza que sin comprenderlo todavía, sigue caminando entre esas nubes desconocidas de lo que realmente anhela.

2 comentarios:

pa ola? dijo...

La ausencia en el silencio, es el mejor sabor para oídos de nueva cata.
que otro mejor sabor que la ausencia de lo sonidos, que la música de labios, que el sentido bien añejado.

El Oteador dijo...

ojala los silencios borraran el ayer y el pasado pero creo que ni aquel vino bien añejado olvida aquella semilla que talvez crecio al azar... mas bien es la 'ausencia" la que nos hace olvidar; las palabras que no se dicen, los abrazos que nunca llegan, el delirio del dia a dia lleno de quejas que nunca se resuelven.... Afrontar la ausencia nos hace mas fuertes, es lo que nos permite crecer y afrontar la triste realidad, despues de todo... en el nacer y en el morir, no hay nada mas que ausencias, sin embargo no tratamos de evitarlos simplemente lo hacemos, simplemente lo hacemos bien.