agosto 18, 2009

SI SIENTO AMOR

Pienso que amar o amor son palabras a las que se les teme. Tal vez por el compromiso que se piensa se adquiere al mencionarlas. Hay personas, y me incluyo, que a pesar de muchas veces querer nombrar a estas palabras que sí son DESpalabradas, lo evitan porque temen que quienes las escuchen se puedan sentir comprometidos a nombrarlas también o en otros casos se las deja de nombrar por el simple hecho de que a pesar de ser un sentimiento de instantes se las escucha como palabras eternas y altamente comprometedoras con el tiempo.

Creo que hay que hacer el esfuerzo por desmitificar estas palabras para poder usarlas cuando realmente se las sienta sin necesidad de cambiarlas por “quereres” o simples “deseos de estar”. También creo en la necesidad que tenemos los seres humanos de expresarlas sin tapujos o sin esperar una respuesta a cambio. Porque muchos de quienes nombran al amor, sí esperan que el amor sea nombrado para ellos y de esta manera condicionan sus propios sentimientos por sentimientos que pertenecen a otros.

Es necesario, en estos tiempos, dejar de amar con cadenas y comenzar de una vez por todas a decir sin tapas lo que realmente sentimos. Decir un “te amo” cuando se lo siente y no cuando se cree estar preparado para decirlo. Hay personas que aman de un segundo al otro y por no generar “conflictos sicológicos” en su pareja sencillamente callan hasta que el sentimiento de amor salga a flote nuevamente, pero esta vez empujado muchas veces por la costumbre de una relación larga o alargada. Me parece injusto que “el amar” pueda convertirse en un motivo de rechazo en una relación y que se tenga que sentir aquel sentimiento sólo cuando la pareja haya alcanzado un tiempo determinado dentro de la convivencia de sus costumbres.

Cuántas veces nos hemos encontrado con personas decepcionadas por no ser “correspondidos” al pronunciar estas palabras? Pienso que estas decepciones tienen sus explicaciones sentimentales lógicas, pero a pesar de esto, en estos casos, según mi cabeza no hay necesidad de esperar sentimientos de quienes escuchan nuestras palabras para decirles lo que sentimos por ellos. Es una necesidad agobiante y de gran importancia soltar palabras que puedan condicionar nuestro sentir para toda la vida y no ayuda pensar que se las puede decir una sola vez en la curvilínea de la existencia, porque es una gran verdad que los que escuchan este tipo de sentencias, alegran sus oídos y toman estas palabras en un acto no compasivo de posesión imperialista y despojan a quienes las han dicho, de todo el sentimiento que han debido SENTIR para expresarlas. Esto se llega a transformar en un acto de egoísmo cuando se cree con una especie de convicción apostólica que el decir “amor o amar” implica poseer a pesar de cualquier circunstancia que se pudiese presentar, sea ésta de cualquier tipo posible.

En definitiva, apuesto por la palabra del sentimiento en el momento en que desee decirla, y lo haré de una manera totalmente libre en la que se pueda liberar también a quien la escucha para que la logre disfrutar en su totalidad de ser verdadera.

Estos pensamientos han dado vueltas en mi mente por algún tiempo, pero fue hace poco que un sentimiento fuerte se apareció merodeando en el pasillo desolado de mi casa y me impactó la poca capacidad que tuve para expresarlo, tal vez por miedos o inseguridades que me destrozaron aquella noche. Hoy he buscado desmitificarlo, como lo he dicho antes, por una necesidad personal de libertad. Espero estos pensamientos muevan un poco las cabezas que se “ajenan” a mí.

Si siento amor, hoy te amo. Si siento odio, te odio. Y si no te siento es mejor olvidarte porque me enfermaría.

PanaPeTer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si se siente amor, se escucha como fragancias puras de silencios despalabrados.

Si se siente amor, se besa rosando un te amo sin sonidos, sin tiempos, sin palabras, con un te quiero húmedo, un te adoro dulce.

Si se siente amor, el miedo de las barreras del idioma se pintan en murales de papel..

Si se siente amor, te despalabra despalabrando tu boca en la realidad de saber lo que tienes.

Durmiendo en el insomnio de preguntas, encuentralas en el mismo aroma que los silencios han enraizado cerca de tu boca.


Ernestos. . los silencios si se escuchan.