agosto 26, 2009

NO LO ESPERABA PUBLICAR

Hoy, como no pasaba hace días, me he encontrado con excesivas ganas de callar, porque he perdido fuerzas en un intento por mantener a flote mi actual condición de mercader de emociones. Sí, he querido callar todo lo que siento para sentirlo mejor y no desperdiciarlo en el viento, para tratar de administrarlo en sensaciones imaginarias que se inventan mis entrañas cada vez que se mueve su techo, que es mi cuerpo quemando leña de amores.

Hoy, estoy seguro que voces buenas han callado a mi alrededor y duele su ausencia condicionada por mis pasos, porque estos pies que me mantienen erguido cuando no quiero, son los que labran un camino angustiosamente curvilíneo que me quita las realidades que mis manos han buscado en mares profundos que desconocí alguna vez y que más de una sonrisa han sacado de mi cuerpo.

Hoy, me parece que estas letras quedarán inconclusas porque no soportarán el desengaño de estas manos con cayos que martillan las teclas desaliñadas de una falsa solución a los problemas, porque esta vez, las palabras despalabran mis ganas y el reloj en reversa me desprotege en mi prematura niñez, dejándome una vez más, desnudo y desarmado ante mis peores demonios, que son aquellos que duermen en mi cama cuando me acuesto con la soledad...

1 comentario:

Unknown dijo...

Será que es necesario poner en orden sentimientos, dejar de huir de lo que se llama formalidad y buscar en las profundidades de nuestro ser nuestras sombras para identificarlas y ayudar a diluirlas, dejar pasar cada vez más y más luz.