Pestaña y pestaña tratando de unir sentimientos, el músculo es un reflejo de valentía, los vasos se expanden por el mar blanco y la pupila se quiere meter bajo su sábana. ninguno de ellos entiende el por qué de su sufrimiento, y el poco pensamiento crítico se empieza a diluir entre cada poro. ahora solo queda el alma que no sabe qué hacer, a dónde ir. Su cuerpo se perdió en una óptica distinta, surrealista e inmaterial. Ahora todo le puede pasar, ahora nada entiende.
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